Habíamos circunvalado la ciudad de San Juan el día que llegamos, viniendo desde el aeropuerto camino a Barreal. Y de la vez anterior, hace quince años, poco recordaba. En esta ocasión, me sorprendió agradablemente encontrarme con una ciudad extensa pero tranquila, llena de autos pero sin bocinazos, con movimiento pero sin frenesí. Más pequeña que Mendoza, más sencilla, con barrios de atmósfera casi pueblerina.
Ese lunes que llegamos desde El Chiflón, dejamos el auto en el estacionamiento del hotel y salimos a caminar por la Plaza 25 de Mayo, dominada por la Catedral de San Juan Bautista, templo inaugurado en 1979 con una concepción bastante moderna. Este no es el edificio original, del primitivo templo construido en 1712 y destruido por el terremoto de 1944, se conservan la imagen de San Juan Bautista, un Cristo crucificado y la figura de María Inmaculada. La nueva Catedral ostenta a su costado un impresionante campanil de 51 metros de altura, y la imagen de Cristo que se encuentra detrás del altar está rodeada de 64 estrellas, que representan los países católicos.
Altar de la Catedral
Aprovechando las pocas horas de luz que quedaban, nos acercamos a la casa natal de DFS, pero ya había cerrado. No obstante, pasamos por la oficina de turismo que está enfrente para recabar información.
Estatua de DFS frente a su casa natal
Ahí cerca estaba el museo oleovícola Don Julio, en las instalaciones de una antigua destilería de aceite de oliva. Hoy día la empresa tiene su fábrica en las afueras y la antigua sede, que quedó metida dentro de la ciudad, se utiliza para el museo. También funciona allí un almacén (que comercializa el aceite de oliva y otras conservas de fabricación propia) y un restaurante atendidos por las hijas del fundador.
Museo Don Julio
El restaurante se llama Tupelí y tiene algunas mesas distribuidas entre las antiguas máquinas de principios del siglo pasado, que ya están fuera de servicio pero en su momento sirvieron para la producción del aceite. Hicimos una visita guiada por la planta, con degustación incluida, y nos quedamos a probar las exquisiteces del chef. Muy buena experiencia, en un ambiente original y pintoresco.
Sentados entre las máquinas
Cuando salimos ya había anochecido, caminamos un poco más y terminamos cenando en la Cantina del Español, frente a la plaza, cerquita del hotel.
A la mañana siguiente nos acercamos a la Plaza del Bicentenario, para conocer el Teatro del Bicentenario, la antigua estación del FFCC San Martín –puesta en valor como un Centro Cultural-, el Centro Cívico y otros sitios de interés.
La mole del teatro domina toda la manzana, antiguamente esta zona era playa de maniobras de las dos estaciones de ferrocarril, una que llegaba desde Buenos Aires y la otra que conectaba con el NOA.
Andén de la antigua estación San Martín, hoy Centro Cultural
Otro sitio interesante en la zona fue el Mercado Artesanal Tradicional, que si bien estaba cerrado, nos franquearon el acceso y pudimos recorrerlo en una visita guiada para nosotros solos.
Mercado Artesanal Tradicional
Este mercado se ocupa de fomentar diferentes oficios y artesanías tradicionales sanjuaninos ofreciendo cursos de capacitación. La aprobación de estos cursos les permite a los emprendedores y artesanos ostentar un certificado de autenticidad en sus productos, y también el derecho a comercializarlos en el museo. Interesante iniciativa del gobierno para con las pequeñas economías regionales.
Vista interior del Mercado
Lamentablemente, el museo de la Memoria Urbana estaba en plena mudanza, así que nos perdimos la oportunidad de vivenciar un terremoto como el que azotó a San Juan en 1944, en una sala especialmente acondicionada para reproducir el fenómeno en intensidad y duración. Tenía una cierta expectativa con eso, pero no pudo ser, por culpa de la pandemia se retrasaron las obras.
El paseo terminó con un almuerzo en Tupelí, reincidimos y de paso nos abastecimos de exquisitos suvenires, como por ejemplo unas originalísimas aceitunas negras en almíbar. Estaba para llevarse todo el almacén.
El día seguía un poco nublado, pero igual decidimos hacernos una escapada al dique de Ullum.
Muy bueno.
ResponderEliminarGran descripción, muy completa.
cuando viaje a San Juan llevaré el bolg de Luis
ResponderEliminarimperdible
Ova
Ay, San Juan! Qué ganas de conocer mejor esta entrañable provincia, muy ligada a mi infancia por la figura del gran Sarmiento! (sólo conozco el Valle de la Luna). Y tan marcada por el devastador terremoto de 1944!
ResponderEliminarMe encantaría visitar la Plaza 25 de Mayo y la nueva Catedral San Juan Bautista, recorrer sus calles, ir al Museo Don Julio y almorzar en su original restaurante!
Qué gigantesco el Teatro del Bicentenario! Qué pasó con las estaciones de ferrocarril? Aquí también pasaron a mejor vida?
Muy interesante el Mercado Artesanal Tradicional y realmente qué buena iniciativa la de los cursos de capacitación!
Como siempre, Luis, estupenda esta nueva entrada! Sentí que estaba visitando la mítica provincia argentina!!!
Enrique