lunes, 4 de septiembre de 2023

Lago Traful

Día 6 – 24 de enero

Lago Traful

Quizás el citado texto de Arlt sirva para entender mi queja relativa al estado de la ruta que lleva al lago, en verdad no me permitió disfrutar del paisaje, el bache más chico era peor que el precipicio que asomaba de la cornisa… pero por suerte la belleza de esta región no termina en el camino, porque cuando la ruta ya va orillando el lago, las vistas que regala son magníficas. La RP65 recorre toda la margen sur del espejo de agua, de oeste a este, y si uno quisiera se puede continuar pasando el lago, siguiendo el curso del río Traful hasta desembocar en la RN237, en la confluencia del Traful con el Limay, que es donde comienza a ensancharse el río debido a la presencia del embalse Alicurá.

Pero nosotros llegamos solamente hasta Villa Traful, que está más o menos a la mitad del lago. Como la ruta está bastante elevada respecto de la superficie del agua, el paisaje es un regalo para los ojos, y los miradores que construyeron a ambos extremos de la villa lo corroboran.

 

Lago Traful

 

Lago Traful

El crecimiento de la villa desde la última vez que estuvimos (allá por 2008) es notable, y todo el paseo de la costanera está renovado. Por lo que pude averiguar, el tramo de la RP65 que conecta con Confluencia está en mejor estado que el que hice subiendo desde la RN40, lo cual convierte a la localidad en una buena alternativa viniendo desde Neuquén capital, y “aislándola” de la tradicional ruta turística de los siete lagos.

Recorriendo la costanera, que está casi completamente peatonalizada, notamos que lamentablemente, faltan algunos tramos de vereda, lo cual obliga a caminar esos trechos al borde de la ruta, o en su defecto cruzar, alejándose de la orilla y de las mejores vistas.

 

Picos montañosos a espaldas de la villa

Aprovechamos la presencia de uno de los pocos cajeros existentes en la zona, y paramos a comer algo. El día invitaba a seguir la marcha, y rápidamente nos volvimos a asomar al espejo de agua.

 

Un poco de sombra

 

Otro mirador

Como corolario, en el extremo oeste del lago se encuentra la que quizás sea la mejor playa lacustre de la Patagonia: Punta Arrayán, una mansa bahía de arena sin piedras y reparada del viento, con la espectacular vista del lago Traful como un tajo entre dos cordones montañosos.

 

Vista desde la playa de Punta Arrayán

 

Rodeados de montañas

Caminando por la playa hacia la izquierda, se llega hasta la desembocadura del río Machico, que alimenta el lago. Si uno se anima a desafiar la corriente, se puede cruzar y continuar por la lengua de arena, hasta llegar al pie de una hermosa serranía.

 

Todo el tiempo del mundo

 

Desembocadura del río Machico

Apuramos el regreso por el lamentable estado del camino, y previendo que la cantidad de autos podía llegar a provocar demoras. Estaba para quedarse, me gustó mucho todo el lugar, lo voy a tener en cuenta para futuras incursiones en la zona.

Ya de vuelta a San Martín de Los Andes, esa noche nos obsequiamos con una tremenda picada de regionales, que armamos nosotros mismos adquiriendo todos los productos en una alucinante fiambrería: De La Montaña, sobre la avenida Gral. Roca, enfrente de la emblemática torre de la Municipalidad. Excelente provisión, todo de primera calidad y en el mismo lugar, hasta el vino.

 

Picadita

Había sido una larga jornada, pero como el pronóstico auguraba buen tiempo para las próximas 24 horas, queríamos volver a intentar el lago Huechulafquen, así que cargué nafta esa misma noche, para no demorar la partida del día siguiente.

 

Lago Huechulafquen

Ruta de los Siete Lagos desviando a lago Traful

 

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