martes, 9 de junio de 2020

Dia 5

Día 5 (6/1/19)

De Esquel a Chile Chico

Desayuno y a las rutas!!! Aquí “se me terminó el libreto” y todo lo que sigue hasta alcanzar Península Valdés a la vuelta, es nuevo en cuanto al recorrido, aunque ya conocía puntualmente El Calafate y Ushuaia. El trayecto del día de hoy abarca algo más de 600 Km (todo asfalto) hasta Los Antiguos, cruzando la frontera para alojarnos en Chile Chico.

Habiendo nafta en Gobernador Costa y en Río Mayo, el recorrido queda naturalmente dividido en tres tramos bastante parejos. Dejando atrás Esquel y su valle, el paisaje se vuelve bastante monótono hasta llegar a orillas del lago Buenos Aires.

Este lago, que cruza la frontera y en Chile se llama General Carrera, es bordeado por su margen sur por la RP43, que atraviesa Los Antiguos y llega hasta el río Jeinimeni, donde está la aduana. La RP43 continúa del lado chileno en la Ruta 265, que conecta con la Carretera Austral (Ruta 7).

Los Antiguos

Tal como lo sospechaba, al cruzar Los Antiguos vimos (desde el auto y sin necesidad de detenernos) un montón de lugares en donde alojarse. Aclaro que reservamos en Chile Chico porque por internet la oferta era escasa y estaba casi todo ocupado. No quisimos arriesgar, pero dentro mío sabía que tenía que haber más disponibilidad. En esos detalles estamos un pasito atrás de “la competencia” del otro lado de la frontera. Yo ya no admito hacer una reserva telefónica sin tener aunque sea una página en Facebook donde poder ver las instalaciones, por más que haya sacado el número de teléfono de la página oficial de turismo de la localidad.

Esta situación desventajosa, que se repite en otras zonas limítrofes con países vecinos (por ejemplo Puerto Iguazú – Foz do Iguazú), habla un poco mal del turismo en la Argentina. La visibilidad de un producto (en este caso un alojamiento) es parte de los requisitos que hoy día exige naturalmente el consumidor.

Párrafo aparte el trámite en la aduana chilena: nos hicieron descargar todo el auto, incluyendo el portaequipaje (tuve que pedir una silla para llegar!) y pasar todos los bultos por el escáner, junto con bolsos y efectos personales. Cuando el auto estuvo descargado, una agente (sin pedir permiso pero en mi presencia) revisó todo el interior, levantando las alfombras y abriendo hasta la guantera, levantando el capot  y mirando hasta en los pasaruedas. Lo hizo velozmente, yo apenas intentaba seguirla, y como llegó se fue.

Pasada la aduana y ya en territorio chileno pudimos apreciar la diferencia de estilos entre Chile Chico y Los Antiguos, mientras buscábamos nuestro alojamiento en Costanera Apart. El lugar resultó muy bueno, el departamento en el primer piso estaba completamente equipado y contaba con una magnífica vista del lago Carrera. Altamente recomendable.


Una vez instalados dimos un paseo por el pueblo y comprobamos con cierta desesperación que siendo domingo por la tarde, ¡todos los comercios estaban cerrados! No tuvimos en cuenta el restaurante del Costanera Apart, pensando quizás en dejarlo para la última noche (craso error) y resolvimos la cena cocinando algunos frutos de mar que conseguimos en el único mercado abierto.


La confortable cama del departamento invitaba al sueño, y a pensar en nuestro destino del próximo día.

Dia 4

Dia 6

1 comentario:

  1. Recuerdo los guanacos del camino. Qué hermoso animal!
    Y luego del trayecto, qué broche de oro alojarnos en el Costanera Apart, con la vista sinigual del lago Carrera! Un lujo!

    ResponderEliminar

Hola, agradeceré tus comentarios.
Ten paciencia, los mismos no se muestran inmediatamente...