Siguen las bellezas
La más grande de las Cícladas en superficie no es de las más promocionadas, pero esconde mucha belleza. Estuvimos sólo dos días, suficientes para recorrer el antiguo Mercado y el casco histórico de la capital Chora (aquí nos enteramos, ante la reiteración del término, que “Chora” es la denominación genérica en griego para referirse a la principal población de una isla), y para hacer un poco de playa.
Nos alojamos en el Hotel Grotta, desde cuyo desayunador se tiene una magnífica vista del centro de la ciudad y del islote Palati con su Templo de Apolo, tradicional punto de reunión en el atardecer para contemplar el crepúsculo. El hotel toma su nombre de la porción de costa que se extiende al norte de la capital Chora Naxos y se debe a las cuevas (grutas) halladas bajo las colinas de Aplómata y Kamini, cercanas al mar. En dichas cuevas y sus alrededores hay yacimientos arqueológicos de la Edad de Bronce que corresponden al primitivo asentamiento de la ciudad capital, pero que no llegamos a visitar.
Chora Naxos vista desde el hotel
Dejamos nuestras cosas en la habitación y bajamos caminando a la ciudad, que se iba descubriendo ante nuestros ojos conforme avanzábamos. La pequeña ciudad es una artesanía viviente, con sus callecitas de casas pintadas de blanco, con puertas y ventanas de vivos colores, y primorosamente ornamentadas. Veníamos del lujo y la sofisticación de Mikonos y este ambiente de cálida sencillez me sentó realmente bien. No había secretos: un poco de pintura y mucho verde.
Callecitas de Chora Naxos
Callecitas de Chora Naxos
Las calles serpentean, ascienden y descienden sin solución de continuidad. Da gusto perderse descubriendo rincones mientras rodeamos el Kástro (otro término genérico que en griego alude a los alrededores de un castillo) de Naxos, para llegar a la antigua fortaleza construida por los navegantes venecianos que ocuparon la isla uno cuantos siglos atrás.
El casco histórico se encuentra en lo alto de una colina cercana al puerto, desde donde se tiene una completa visión de la costa y las inmediaciones, indudablemente el mejor sitio para emplazar la fortaleza. Pero todo luce impecable.
Muchas flores
Al ascender, las calles se vuelven más estrechas y enroscadas, y las construcciones se amontonan caprichosamente. Puede verse que las casas que se levantan en los alrededores del castillo han aprovechado las murallas originales para su construcción, se nota el contraste entre los antiguos muros de piedra y los modernos cerramientos prolijamente pintados.
Composición en tres planos, al fondo, partes del antiguo castillo veneciano
Del antiguo castillo poco queda en pie, lo más significativo es la Torre de Glezos, una construcción cilíndrica de unos cuatro pisos de alto, que hoy día quedó dentro de una propiedad privada, supongo que debidamente reciclada.
Torre de Glezos
Desde los puntos más altos de la colina se puede tener una visión de la costa, detrás la península de Stélida y a lo lejos, entre la típica bruma del Egeo, la vecina isla de Paros.
Desde lo alto de la colina del Kástro
El descenso siguió el mismo ritual que el ascenso, cada rinconcito develaba su belleza a nuestro paso. Volvimos al hotel justo para apreciar el crepúsculo.
Sentado en una mesita del desayunador del hotel, me dediqué a contemplar la indefectible ceremonia, registrando el evento en una secuencia de fotos, todas iguales, lo único que cambiaba era la posición del astro rey. Ya en casa, observando toda la serie y para no atiborrar el blog con tantas fotos, se me ocurrió componer la secuencia en una única imagen.
Así se pone el sol en Naxos (y en todo el Mar Egeo)
Tras la puesta del sol, en la tranquila tarde en la mesita del hotel, se llegaban a escuchar los aplausos que provenían del islote, allí también se juntaba gente a contemplar el atardecer.
Al día siguiente hicimos playa en Agios Prokopios, que está más al sur de la isla. La playa era excelente pero ese día estaba muy concurrida.
Agios Prokopios
Volviendo desde el sur, recorrimos un poco la costanera. Aunque se trata de la ciudad más importante de la isla, su puerto y su costanera le confieren ese aire de pequeño pueblo costero.
Costanera
Zona de amarras
Nos quedaba por conocer el viejo mercado, que se encuentra al pie del Kástro. Todo lucía tan impecable como la parte alta de la colina.
Calle con arcada
Bar
Escalera y flores
Esa tarde, la última en Naxos, al salir del mercado cruzamos la costanera en dirección al islote Palati, que se comunica con Naxos a través de una calzada de piedra.
Camino al islote
Ya sobre la calzada, vista desde lejos la zona de Grotta con su costa escarpada y sus colinas, queda envuelta en la leve bruma del Egeo.
Grotta
En el pequeño islote Palati se encuentran las ruinas del inconcluso Templo de Apolo, que fue mandado construir por el tirano Lígdamis, que reinaba en Naxos hacia el siglo VI AC. Del templo solo se puede apreciar el basamento de su contorno y la gigantesca puerta constituida por bloques macizos de mármol.
Desde el islote se tiene una privilegiada vista de la costa, con la capital Chora Naxos en primer plano, y mirando hacia el sur el puerto y hacia el norte la zona de Grotta. La calzada de piedra permite bajar a la orilla, no hay arena pero la gente lo aprovecha igual.
El paisaje parece infinito, no importa hacia donde uno mire, siempre encuentra belleza.
Chora, Grotta y las colinas del norte
Era temprano para quedarse a ver el atardecer en el islote, preferimos volver al hotel después de un intenso día. No obstante, la ubicación del hotel y la distancia al islote me permitieron jugar un poco con el zoom para que el sol parezca más grande en el crepúsculo. Buen broche para nuestra estadía.
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Espectacular lugar, una película de la saga de J. Bourne se filma en esas islas con la novia María. muy buena producción de Luis.
ResponderEliminarRecuerdo particularmente la amabilidad de los dueños del hotel. Al llegar, y mientras esperábamos que nos prepararan la habitación, nos sirvieron una serie de platillos griegos para degustar y animar la espera. Y el día que partimos, el dueño nos llevó en su propio auto hasta el puerto. Un ejemplo de atención al turista!!
ResponderEliminarQué fotos hermosas, Luis! Repintoresco el centro, una pinturita!
ResponderEliminarY de los crepúsculos, ni hablar, siempre impactantes!
Qué festival de petunias en el camino ascendente al castilllo!
Todo lindísmo,otro mundo!
Esta preciosa isla nos la perdimos, tal vez la próxima...
Enrique