Salinas Grandes
El 8 de enero de 2009 fue un día movidito, hicimos relativamente pocos kilómetros pero fueron tan variadas las vivencias que lo voy a presentar en dos partes: esta primera que llega hasta las Salinas Grandes y una segunda que incluye Susques, la vista del Salar de Olaroz y el regreso.
Nunca había tenido la oportunidad de detenerme en un abra, esa rendija que queda entre las montañas y que las personas desde tiempos inmemoriales usan para escurrirse de un lado a otro de estos imponentes macizos.
Abajo, el camino serpentea bordeando el río Purmamarca para perderse hacia la derecha buscando el pueblito homónimo.
En unos 30 Km pasamos de los 2300 MSNM de Purmamarca a los 4170 MSNM de los Altos del Morado. Antes, una última vista, quizás la más conocida de la Cuesta de Lipán.
Los últimos caracoles trepan hasta un claro donde un monolito señala la cota de altitud, mientras unos carteles completan la información del lugar.
La impecable RN 52 continúa sinuosa entre las montañas, para luego descender hasta los 3400 MSNM de las Salinas Grandes, que se divisan a lo lejos como un inmenso mar blanco.
Paramos frente a una construcción hecha, obviamente, con bloques de sal. Las artesanías talladas en sal incluían una cría de llama de tamaño natural que se observa delante de la puerta.
La ruta atraviesa la salina y parte en dos este diáfano plano blanco.
Vi algunos vehículos sobre la salina a lo lejos y me tenté, bajamos el talud y anduvimos sobre el manto de sal.
Pero no se puede andar con el auto por cualquier lado porque hay una napa subterránea casi a flor de superficie. La extracción de la sal forma piletas naturales.
A lo lejos se divisa el Nevado de Chañi, uno de los seismiles de la zona.
Por supuesto, nos llevamos un poco de sal de recuerdo!
Hacía varios días que no llovía y la sal estaba un poco sucia, dicen que después de la lluvia la salina queda tan blanca que el reflejo encandila y los rayos UV queman, y por ese motivo los trabajadores se envuelven la cabeza y protejen sus ojos con anteojos de sol.
De vuelta a la ruta, seguimos mirando hacia el Oeste en dirección a Susques.
Susques ⇒
Notable la foto de la Cuesta de Lipán con el camino zigzagueante, increíble imagen!
ResponderEliminarY ese inmenso desierto blanco, digno de un cuento fantástico pero, en realidad, producto de los avatares de la geología!
Qué variedad de paisajes, para todos los gustos, tenemos en nuestro país!
Enrique