Vista desde la cumbre del Batea Mahuida
Cuando digo un viejo conocido me estoy refiriendo al volcán Batea Mahuida, que se encuentra a pocos kilómetros de Villa Pehuenia, dentro del territorio de un Lof (comunidad) mapuche, camino al paso de Icalma. Ya lo habíamos visitado en 2008 y no íbamos a dejar de subir en esta ocasión, porque las vistas que regala la cumbre hacia ambos lados de la frontera son impagables.
Puesto de acceso con el volcán de fondo
El Lof mapuche regentea una pista de esquí que está obviamente cerrada en verano, pero hay un camino que permite acceder al interior (la “batea”) del volcán a unos 1.700 msnm.
Parada en el camino
Un costado de la ladera del volcán se desmoronó, probablemente durante alguna antigua erupción, por lo que el acceso al interior de la caldera no resulta tan empinado ni dificultoso como puede parecer a priori.
Video: No estamos solos
La parte de la caldera que permanece en pie llega a casi los 2.000 msnm y es accesible rodeando el cráter por el filo. Allá vamos.
La caldera tiene un diámetro de unos 700 metros, así que el ascenso se completa en unos 2 kilómetros.
Ya cerca del extremo final se divisan los lagos al fondo: el Aluminé atrás al centro y el Moquehue a la derecha, y adelante la lagunita del cráter, por ahí quedó el auto estacionado. A la izquierda se aprecia el punto más alto, que es frontera con Chile.
Sigue nublado
Seguimos otro poco y vemos la lagunita con la cordillera de fondo.
El cielo se empezó a abrir, se fueron disipando las nubes y todo el entorno adquirió una diafanidad maravillosa, la cordillera parecía quedar al alcance de la mano.
Pura belleza
En el punto más alto había una pirquita, como un mirador para disfrutar del paisaje sin el vértigo que produce el borde del precipicio.
Video: la pirquita
A 2.000 msnm el aire está lo suficientemente enrarecido como para hacernos perder la noción de distancia.
Podía divisarse sin dificultad el volcán Lanín, que se encuentra a 95 Km de nuestra ubicación. El uso de zoom no afectaba la nitidez de la cámara.
Video: el Lanín y los otros
Del lado chileno me llamó la atención el volcán Lonquimay (en el video erróneamente lo llamo Icalma) siempre con nubes enredadas en su cumbre. La foto parece pintada pero les aseguro que es así, no hay truco ni retoque.
Y esta última es para que vean que yo también fui…
Estaba ahí!
Volví alucinado y cada vez más enamorado de este lugar, no es frecuente encontrar tanta naturaleza y tanto paisaje juntos.
El Batea desde el estacionamiento de La Balconada
ResponderEliminarQué festival de volcanes (incluido el chileno) con sus cráteres, sus calderas, sus nubes amigas, sus tonalidades! Y ni hablar del entorno: el Aluminé siempre deslumbrante, la encantadora lagunita... una maravilla!
Hermoso el primer plano de Luli!
Enrique