Bienvenida
Salimos del Barreal Blanco para ingresar al Parque Nacional El Leoncito, cuyo acceso está justo enfrente, simplemente cruzando la RN149. El camino empieza a subir, acercándose al pie de la sierra.
Se terminó el asfalto
Tal como sucede en la mayoría de los Parques Nacionales, al ingresar se termina el asfalto. Esto, que podría parecer una cuestión de costos o de poca consideración hacia el visitante, responde a una premisa de minimización del impacto ambiental, porque la obra vial que se necesita para asfaltar una carretera requiere movimientos de suelo, y el uso de asfalto y otros subproductos del petróleo que generan una alta contaminación. Cabe mencionar también la destrucción de la flora y migración de la fauna local, a consecuencia de la actividad propia de la obra. En ese sentido, el camino de ripio, que requiere comparativamente muy poca obra, resulta más adecuado a estos fines.
El Parque se encuentra íntegramente dentro de la Sierra del Tontal, y entre sus atractivos se encuentran obviamente los observatorios, pero además cuenta con senderos de diversa dificultad y miradores que regalan hermosas vistas de su entorno. Entonces la propuesta de este día era también recorrerlo y disfrutar de sus otros encantos.
Trepando a la Sierra del Tontal
Ya el camino es un espectáculo en sí mismo, y pensar que el día anterior lo hicimos de noche. A poco de bajar al ripio, un desvío nos lleva a la primera parada: el mirador “Las provincias naturales” se eleva en una posición estratégica que permite apreciar tres ambientes muy distintos entre sí: el monte, la puna y el alto andino.
Monte, Puna y Andes
En este entorno, se considera monte por debajo de los 3.000 msnm, y de los tres ambientes es el que más se adapta para la vida humana. Recordemos que el valle a nuestros pies está a 1.600 msnm.
Por encima de los 3.000 msnm se encuentra la puna, representada en esta ocasión por la Sierra del Tontal. En este entorno el frío se vuelve intenso y casi no llueve, lo que limita la vegetación a unos pocos arbustos dispersos.
Los Altos Andes
Superando los 3.500 msnm nos encontramos con los Altos Andes, entorno inhóspito y de frío extremo que abarca los cordones cordilleranos. Las precipitaciones, más abundantes que en los otros ambientes, no caen en forma de lluvia sino de nieve, la que se acumula en la cima de los cerros para formar ríos de deshielo, que aumentan su caudal en los meses estivales.
Pero es este ambiente, el más extremo de todos, el que permite el desarrollo de la vida en los valles interiores, ya que el caudal de los ríos arrastra material aluvional que sedimenta río abajo, creando áreas fértiles.
El Barreal Blanco
De yapa, al pie de las montañas nevadas se divisa el Barreal Blanco, incólume en su aridez.
Del mirador nos fuimos al puesto del guardaparques, para consultar sobre el otro observatorio, el CESCO, del que no teníamos mucha información, pero el guardaparques nos recomendó hacer la visita diurna en el CASLEO, a pesar de que ya lo conocíamos de la visita nocturna. Como estábamos sobre el mediodía y el siguiente turno de visitas era a las 14 hs, decidimos acercarnos igual al CESCO, que está próximo al puesto. Subimos y estaba todo cerrado, ni siquiera un mísero cartel que informe los horarios de atención. Empezaba a entender la sugerencia del guardaparques.
Estación Astronómica Ulrico CESCO
Volviendo al camino nos detuvimos en un segundo mirador, estábamos a mayor altura y las vistas eran espectaculares.
Vista desde el mirador
El paisaje semiárido se debe a las escasas precipitaciones, menores a 100 mm por año.
El CESCO visto desde el mirador
Mirando en dirección al acceso al Parque, una frondosa alameda nos indica la única presencia de agua, en este caso se trata del arroyo El Leoncito.
Arroyo El Leoncito al pie de la sierra del Tontal
Toda la zona de Cuyo se caracteriza por el manejo del agua mediante acequias, lo que permite contar con este vital recurso durante todo el año.
Otra vista desde el mirador
Buscando referencias dentro del Parque, en la siguiente foto se puede apreciar a la derecha el Observatorio Ulrico CESCO, y en el centro de la imagen las instalaciones del CASLEO, apenas unos puntitos blancos en lo alto de la sierra.
Los observatorios
Bajando del mirador, dimos una vuelta por el
camping, que permanecía cerrado, antes de rumbear para la visita diurna al
CASLEO.
Qué interesante lo del mirador "Las provincias naturales" desde donde pudieron observar los tres tipos de ambientes tan distintos, en altura, temperatura y grado de precipitaciones, muy buena la descripción de las características de cada uno.
ResponderEliminarDa gusto ver la alameda del arroyo "El leoncito". Uno toma conciencia de lo que es la presencia del agua en los medios naturales. Buenísimo!!!
Enrique