Subimos por el faldeo de la sierra hasta la reja corrediza que marca el acceso al Complejo Astronómico El Leoncito, y esperamos a que se haga la hora con el tiempo justo para almorzar. Fueron llegando otros autos, y a las dos de la tarde ingresamos para la visita diurna.
Complejo Astronómico El Leoncito
Por fin pudimos verlo en toda
su dimensión, una experiencia muy distinta a conocerlo de noche. Para aquel que quiera profundizar en el tema, dejo el enlace a la página oficial del Observatorio: <enlace>
Nos alegró volver a encontrarnos con Ariel, el guía que estaba la noche anterior; él mismo nos acompañó por todas las instalaciones del edificio que alberga al telescopio. Por supuesto, la frutilla de la visita es el propio telescopio óptico, en el nivel superior de la construcción, rematado por una cúpula giratoria de techo corredizo.
Telescopio Jorge Sahade
El imponente telescopio óptico posee un espejo de 2,15 metros, el más grande espejo montado en territorio argentino, y lleva el nombre de su mentor, Jorge Sahade (existe un complejo de mayor envergadura del cual Argentina forma parte, pero no está en nuestro territorio: el Observatorio Gemini, proyecto internacional que cuenta con dos enormes telescopios gemelos, uno en Hawaii y otro en Chile).
No se trata del típico “tubo” que uno imagina asomándose por el techo, porque cuando el telescopio está en operación la cúpula se abre pero el aparato permanece dentro en completa oscuridad, para evitar eventuales reflejos que degraden la imagen por encandilamiento. El telescopio en sí es la estructura blanca, el gran espejo está en la base de esa estructura y refleja hacia el cilindro negro superior que recoge las imágenes. Toda la montura azul permite el seguimiento automatizado de los astros, compensando la rotación y la traslación terrestre.
La cúpula
Este Complejo tiene más de cincuenta años, pero el equipamiento se ha ido renovando, para adecuarse a nuevos paradigmas. Hoy en día los astrónomos no necesitan trasladarse hasta el CASLEO: trabajan de manera remota desde cualquier parte del mundo. En el Complejo sólo habitan los técnicos que operan y mantienen las instalaciones, la información viaja por internet.
El nivel de sofisticación del equipamiento es asombroso; por citar un ejemplo, el guía me comentaba que el primer amplificador de video se refrigera con hidrógeno líquido para maximizar la pureza de la imagen.
Equipamiento
Por otra parte, el edificio es antisísmico, pero igual cuenta con una estación sismográfica porque el telescopio es tan sensible que aún un mínimo temblor amerita la revisión de las imágenes colectadas.
Dentro del edificio se encuentra también una campana de vacío que se utiliza para restituir la película de aluminio que recubre el espejo principal y le da su carácter reflectante. Esta tarea se realiza periódicamente cada cierta cantidad de años, debido al natural deterioro de dicha película por el transcurso del tiempo. El espejo de 2,15 metros se introduce en la campana, que se sella y se produce un alto vacío en su interior. En esta condición, unos filamentos incandescentes dentro de la campana evaporan delgadas láminas de aluminio, y estos vapores metálicos se depositan en la superficie de vidrio para espejarla. Todo el proceso, incluido el desmonte del espejo y su recolocación, lleva varios días, en los cuales el telescopio queda fuera de operación.
Campana de vacío
El Complejo Astronómico se distribuye en tres áreas: la primera comprende el telescopio óptico más otro telescopio solar en una elevación cercana, la segunda área contiene los módulos habitacionales y el comedor (que conocimos la noche anterior), y una tercera en la cima del cerro Burek, a unos 8 Km, que cuenta con más telescopios de distintas características y otro tipo de instrumental, instalados por diversos convenios celebrados entre Argentina y varios países.
Telescopio solar próximo al telescopio óptico
A la vuelta, ya al pie del cerro hicimos un alto donde inicia un sendero de trekking, pero desistimos de la caminata, solamente tomamos unas últimas fotos del Complejo en lo alto de la serranía.
La luna no se quiso perder la foto
Ubicación privilegiada
Había que seguir viaje, pero volvería con ganas en otra época del año para aprovechar todas las actividades que ofrece el Parque y por qué no, una nueva visita.
El último tramo de camino bajando del Parque Nacional para alcanzar nuevamente la RN149 nos regaló esta vista del Barreal Blanco, con la cordillera nevada de fondo.
Volviendo al asfalto
Qué sofisticado el CASLEO, y qué imponente el edificio, con su gran cúpula! Claro, esta vez, de día, lo apreciaron aún más! Me llamó la atención el elevado nivel de cuidado y mantenimiento del telescopio óptico! Un lujo!
ResponderEliminarHermosas las imágenes! Adentro!! (como decimos con Silvita, ja ja!)
Enrique