martes, 5 de septiembre de 2023

Lago Paimun

Día 7 – 25 de enero

Lago Paimún

La navegación por este plácido lago nos depositó en una solitaria playita, una tribuna natural orientada hacia el impávido volcán Lanín y su casi perfecta silueta triangular. Estamos a escasos 3 kilómetros de la frontera con Chile, y el guía comenta que toda la zona está atravesada por senderos de mediana o alta dificultad, que permiten cruzar a pie al país vecino. También hay algún camping o zonas de acampe para pernoctar, en un absoluto contacto con la naturaleza.

Nosotros nos contentamos con establecernos en un tronco de árbol caído que ofició de mesa para desplegar el equipo de mate, otros se dedicaron a pasear por la orilla, alguno se echó sobre la arena para tomar sol, y no faltó el intrépido que se dio un chapuzón. Como una cortesía de la tripulación, nos obsequiaron unos deliciosos scones para acompañar la mateada y las otras vituallas que transportamos. Supongo que alguien habrá aprovechado para administrarse un antitérmico…

Nos sentamos mirando a la mole, a matear tranquilos. La vista tenía esa cualidad de lo naturalmente bello, de esas cosas que uno quisiera llevarse consigo.

 

Vista desde la playita



 

Tranquilidad

 

 

 

La playita está encerrada en una pequeña bahía, reparada del viento y con suficiente vegetación como para no tener que permanecer forzosamente al sol. Todo el entorno trasunta una plácida quietud, y el murmullo de las olitas solo se siente interrumpido por el canto de algún pájaro o las lejanas voces de los otros pasajeros.

 

 

 

 

 

Para tomar la siguiente foto, esperé un momento de completa tranquilidad para salir de debajo de la sombra, avancé unos pasos por la playa y me senté en la arena, con la sola vista del volcán. Con toda la parsimonia del mundo, busqué el encuadre que más me gustó y, con la imagen capturada, me volví a la sombrita a seguir mateando con la patrona.

 

Volcán Lanín visto desde la playita

Me transporté a quien sabe qué rincón de la memoria, y regresé con otro relato rescatado de las tradiciones orales de los pobladores originarios, esta vez referido al imponente volcán.

 

Hablando de Ciudades Perdidas (extracto de antiguas narraciones de pobladores originarios recopiladas en español)

-          La Ciudad Encantada del Lanín

Dicen que hay una ciudad encantada en ese cerro, en el Lanín. Dicen que se ha visto gente. Había un forastero que porfiaba por subir al Lanín.

Conversan dos lugareños:

- Vamos a ver compañero, ¿Va a subir a ese tapado de nieve, ése que nunca seca?

- Compañero, no va aparecer más si va. Hay un pueblo adentro. Te dan calabozo si vas. La gente paisana decía así. ¿Va a ser capaz de subir ese gringo?

Y el gringo porfiaba por subir, Y dicen que los dos y otro compañero fueron a subir: Ahí dicen que se enojó el cerro y que venía un viento fuerte y nevaba. Y caían. No los dejaba subir. Se resbalaban, se revolcaban y se perdían en la nieve. Se golpeaban por todas partes. Se cansaron, no se podían sujetar. De un soplido los mandó rodando y llegaron abajo. Entonces se les antoja recorrer toda la orilla. Y había un puente. El gringo andaba como loco. Y entró, y pasó el puente. Se abrió como una boca y quedó ahí adentro. Y el muchacho decía:

- Casi me tocó a mí también. Casi quedé adentro no más. Se perdió el compañero. Y el viento siempre enojado los perseguía. Los dos que quedaban oyeron todo. Dicen que hablaba gente, toreaban los perros, bramaban como vacas y toros, relinchaban caballos. De todo se oía.

Dicen que ahí se ha perdido gente. Entran a ese pueblo y no vuelven más.

Dicen que a los años apareció el gringo. A los dos años se aparece la gente que ahí se ha quedado. Lo reconocieron, pero no habló nada. Todo blanquito, chupada la sangre. Los compañeros lo vieron al gringo. Él les volvió la espalda y no se los vio más.

Dicen que el Lanín se tragó ese pueblo y que no va a aparecer más.

 

Por supuesto que estas montañas merecen respeto, lo que aquí abajo, en tierra firme podría ser una simple ventisca o un poco de mal tiempo, en la ladera del volcán y a más de 1500 metros de altitud, puede resultar mortal. Si uno observa las fotos con detenimiento, se puede notar con nitidez el límite de la vegetación, ya que el tapiz verde de las laderas se interrumpe dibujando una imaginaria línea horizontal que marca la transición a la piedra desnuda. Dicho límite se sitúa entre los 1500 y 2000 MSNM, según la región. Por encima de esa cota, el clima se vuelve imprevisible y las temperaturas se tornan extremas, descendiendo por las noches a varios grados bajo cero. No es para cualquiera, y el relato trasunta esa misma noción de peligro latente.

Como lo bueno dura poco, y lo muy bueno apenas un pestañeo, se hizo la hora de regresar. Juntamos nuestras cosas, calzamos los barbijos, y emprendimos el regreso. El Lanín se pierde rápidamente tras los montes cercanos, para reaparecer ya cerca del embarcadero.

 

De regreso a puerto Canoa

 

Otra playita vista desde el lago Paimún

Desembarcamos en puerto Canoa y nos quedamos otro rato en playa Bonita, el sol había cambiado de posición y las montañas mostraban otros colores, los juegos de luces y sombras le daban un toque distinto al paisaje.

Solo quedaba retornar al departamento, desandando los caminos que nos trajeron hasta aquí. Este rinconcito del mundo es un espectáculo en sí mismo, puedo asegurar que disfruté este día hasta el último kilómetro de ripio. Antes de abandonar el Parque Nacional Lanín, una postrera foto del Huechulafquen, con el sol bastante bajo y los cerros proyectando algunas sombras, cerró la excursión.

 

Despidiéndonos del lago Huechulafquen

Ya en San Martín de Los Andes, para la cena decidimos aprovechar lo que había sobrado de la noche anterior, teníamos la coartada perfecta para reforzar la picada de regionales: reclamar las aceitunas que omitieron en el paquete y que ya estaban pagas. No hubo problemas y rescatamos las olivas faltantes, de paso nos aprovisionamos un poco más y cerramos la jornada de la mejor manera posible, a la salud del viejo volcán.

 

Playa de Yuco

Lago Huechlafquen

 

2 comentarios:

  1. Muy bueno, el lago paumin eß desconocido, en pcia esta.?

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  2. Hola Carlos!!
    En respuesta a tu pregunta, te comento que el lago Paimún, junto con el lago Epulafquen, son los afluentes del lago Huechulafquen, y se ubican al oeste del mismo, dentro de la provincia de Neuquén. El Paimún tiene forma de arco, si lo buscás en maps, vas a ver su ubicación relativa al volcán, lo que permite esa vista de la cara oeste (la "cara oculta" para nosotros) que se aprecia desde territorio chileno.
    Saludos!

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Hola, agradeceré tus comentarios.
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