jueves, 30 de julio de 2020

19 - 21/1/2009

Ruta del Adobe

La idea original era pasar cuatro días en Fiambalá, por sus famosas termas. Pero resulta que las termas están enclavadas en la sierra, lejos de todo lo demás, incluso de Fiambalá. Además en las instalaciones no hay otra cosa más que hacer que tomar baños termales…

Por ello decidimos cambiar y pasar tres noches en Tinogasta y una sola directamente en las Termas, para disfrutar de sus famosos baños a la luz de la luna. Eso nos dejaba todo el día libre después del check-out en Tinogasta para transitar la Ruta del Adobe, un recorrido que permite conocer diversas construcciones -mayormente religiosas- hechas con el noble material.

La primera de estas construcciones es justamente Casagrande Hostal de Adobe, en donde terminamos alojándonos en Tinogasta, una casona que data de 1897 y pertenecía a la familia Orellia, puesta en valor y convertida en hotel.


Tomando la RN 60 ya en dirección a Fiambalá, la siguiente parada es en El Pozo, para conocer el Oratorio de los Orquera, una capillita que perteneció a dicha familia y que tiene la particularidad de estar hecha de una sola pieza de adobe, a la usanza de los pueblos originarios de la región. Junto al Oratorio hay un museo que reúne diversos elementos de la vida cotidiana del pueblo.





Volvemos a la ruta e inmediatamente a nuestra izquierda encontramos el paraje La Falda, con la solitaria presencia de la Iglesia Nuestra Señora de Andacollo, construida en la primera mitad del siglo XIX y restaurada a principios de este siglo después de un temblor.



Columnas de adobe


Casi sin respiro, al reincorporarnos a la ruta cruzamos el puente sobre el río Abaucán y tomamos a nuestra derecha el desvío a Anillaco Vieja (no confundir con la célebre patria chica de un ex presidente, esa está en La Rioja). El camino nos lleva hasta la Capilla Nuestra Señora del Rosario, construida en 1712 y por ello la más antigua de la provincia. Es de destacar su retablo de adobe macizo, al igual que toda la construcción.



Nuestra Señora del Rosario




Unos pocos kilómetros más adelante y ya a mitad de camino se divisan las Ruinas de Watungasta, un pueblo diaguita que se emplazó en la desembocadura del río La Troya y que, en base a su dominio de la alfarería y su estratégica ubicación, da testimonio de la presencia humana en la zona desde el año 500 DC al 1600 DC.




Ya llegando a Fiambalá empiezan a verse las típicas dunas que parecen trepar por las laderas de la serranía y que son una amenaza porque avanzan inexorablemente sobre los poblados.


Dunas en la RN 60

Quedaba por ver la Comandancia de Armas, construida en 1745 y revocada con adobe resistente a la lluvia: a la mezcla de agua y tierra se le agregaban hojas de pencas cortadas cuya savia viscosa otorgaba adhesión e impermeabilidad a los muros.



Comandancia de Armas

Por último la Iglesia de San Pedro, ya entrando al pueblo, muestra la imagen del santo patrono que guarda una curiosa historia. Dejo un link para los interesados en conocerla:

Parroquia San Pedro



Atravesamos el pueblo para encaminarnos a las termas, subiendo por la ladera del macizo.




Termas de Fiambalá


Las termas consisten en una sucesión de piletas que desaguan unas en otras: las más bajas se usan de día y son las que acumulan los fangos curativos, las más altas son las más calientes, tanto que de día no se pueden usar, pero de noche resultan tibias y agradables.




Suerte que pasamos una sola noche en las Termas de Fiambalá: el alojamiento disponible era sumamente precario, apenas lo mínimo o menos que eso.

Dunas de Saujil

Ruta de Los Seismiles

 

18 - 20/1/2009

Ruta de Los Seismiles

Se conoce como Ruta de Los Seismiles o Techo de Los Andes al último tramo de la RN 60 en territorio argentino, hasta llegar a la frontera con Chile, porque atraviesa una zona de la Cordillera que abunda en picos de más de 6000 metros. La siguiente foto ilustra el conglomerado de cimas tan cercanas en altura al Aconcagua:

Seismiles

Vista panorámica desde la ladera del Volcán San Francisco (6018 MSNM), de izquierda a derecha: Incahuasi (6640), Pissis (al fondo, 6795), El Fraile (6040), Cazadero (6658), Ojos del Salado (6864), El Muerto (6488), Tres Cruces (6749), Vicuñas (6067), Solo (6190), Barrancas Blancas (6119) y Ermitaño (6146). También se ve la Laguna Verde en el extermo derecho.

Me previnieron que saliera temprano, que al atardecer suelen desatarse tormentas en la Laguna Verde, pero entre una cosa y otra partimos al mediodía en busca del Paso San Francisco.






La RN 60 pasa por Fiambalá y dobla en dirección oeste siguiendo el rumbo del río Chaschuil, en una suave pendiente ascendente que alcanza el destacamento fronterizo de Las Grutas, pasando ya los 4000 MSNM.



La Grutas

Vamos ganando altura y la menor densidad del aire hace que todo se vea más nítido, se pierde un poco noción de la distancia y a pesar del día nublado los cerros parecen estar al alcance de la mano.




El camino continúa hasta el Paso San Francisco, límite con Chile, que llega a los 4726 MSNM después de recorrer desde Tinogasta 250 Km de un asfalto impecable y bien demarcado.



Del lado chileno unos 15 Km de buen ripio nos acercan a la Laguna Verde, que debe su nombre a la tóxica presencia de azufres nada ecológicos. Estamos a unos 4300 MSNM y el clima no nos acompaña.









Las nubes cargadas de agua se cerraron y comenzó una nevisca con descargas eléctricas. Eran las cuatro y media de la tarde pero vimos caer algunos rayos y decidimos volver.



De vuelta ya en territorio argentino, nos cruzamos con una lugareña curiosa.

Nos detuvimos y resulta que enseguida llegaron más, todas muy curiosas.

Parecía que una hizo dedo y cuando paramos apareció el resto, ¡pero eran muchas para llevarlas con nosotros!.

Un breve trámite en Las Grutas en el regreso y una última mirada a los dos gigantes que flanquean la ruta hasta el paso.


Volcán San Francisco desde Las Grutas


Volcán Incahuasi desde Las Grutas


Continuamos el retorno y por curiosidad paramos en un Refugio para ver cómo era por dentro: una chimenea y un elemental medio de comunicación.

 






Volvimos a Tinogasta para pasar la última noche antes de llegar a las Termas de Fiambalá.


Ruta del Adobe

Tinogasta


martes, 28 de julio de 2020

17 - Tinogasta

Tinogasta

Llegamos a Tinogasta para alojarnos en el Hotel Provincial de Turismo, un bonito edificio de estilo colonial dentro de un predio que daba a la plaza del pueblo. Nomás entrar nos llamó la atención que una empleada estaba planchando en la recepción del hotel, y nos atendió sin interrumpir su tarea. Cuando nos mostraron la habitación, al ver el estado de abandono y deterioro en que se encontraba todo, decidimos mudarnos. Conseguimos lugar en Casagrande Hostal de Adobe, y la cosa mejoró notablemente.


Casagrande Hostal de Adobe

De Tinogasta en sí recuerdo su plaza, la Parroquia de San Juan Bautista y la feria artesanal que recorrimos un par de veces. En otra esquina de la plaza se destacaba el Banco Nación con su eterna cola en el cajero. Resulta que ese cajero era el único en la zona en ese entonces y no todos sabían usarlo, cada persona en la cola tenía muchas tarjetas de vecinos o conocidos que les encomendaban extraer efectivo, de modo que el que entraba al cajero demoraba una eternidad. Imborrable el recuerdo de Silvia haciendo patria en la cola del cajero, explicando el uso de la tarjeta y cómo retirar todo de una vez y no de a puchitos, ante la impávida mirada de los empleados del banco.

De las inmediaciones destaco las Termas de la Aguadita, a unos 15 Km de Tinogasta saliendo hacia el norte,

Termas de La Aguadita

Pero mis objetivos eran otros y consulté en el hostal por las excursiones que quería hacer: la ruta de los seismiles y las dunas de Saujil. Ellos hacían los seismiles pero tenían todo reservado en los próximos días, me aseguraron que la ruta estaba buena y podía hacerlo tranquilamente con el auto; además me pasaron el contacto de un guía para las dunas. Nuestros siguientes pasos quedaron definidos.

Ruta de Los Seismiles

De camino a Tinogasta